jueves, 25 de junio de 2015

Una Sociedad Fraternal de la Orden Magna Om


LEA EL CRITERIO


Iglesia de la
Fraternidad de Orden Magna

Fraternalismo 

Hacia una sociedad fraternal.

La Iglesia de la Fraternidad de la Orden Magna OM va hacia una sociedad "fraternal” por sus principios que deseaba su posibilidad, real, de la existencia de una sociedad fraternal en nuestro mundo: donde todos y todas nos tratásemos como verdaderos hermanos y hermanas, como evoque de un romanticismo basado en valores cívicos y humanitarios que nos ayudase a vivir mejor, y ser mejores como personas en definitiva.
Los fraternalistas somos unos revolucionarios que por el amor como nos denominamos. Conscientes de esta realidad, hemos decidido salir a la arena política y religiosa, para persuadidos de que solo unidos podemos lograr este objetivo y que la única arma que utilizaremos para esta lucha no puede ser otra que el “AMOR”, el amor como fuerza educativa, como fuerza organizativa, como fuerza constructiva, como fuerza equitativa y el Amor como, FUEZA REVOLUCIONARIA, porque el amor es la Sabiduría Universal, es la Fuerza Omnipotente capaz de lograr los que otros por mas poder que tengan jamás podrán alcanzar. Por amor Dios creo al hombre, TODOS LOS HEROES que lucharon por la libertad de sus pueblos por amor de estos, dieron la libertad, por AMOR, por Amor a la familia, por Amor al semejante, por Amor al bien colectivo a la patria y a nuestro estado es que estamos en esta lucha hasta lograr hacer de los seres humanos actuemos como una sola familia , donde hombres y mujeres seamos verdaderamente libres y sentirnos orgullosos de vivir en el lugar que nos correspondió. .
Luchar por amor nos permite ver mejor, tanto hacia fuera como hacia dentro de nosotros mismos, dejando que el esfuerzo de esta lucha se enrumbe por los caminos en busca del hombre nuevo, el ser humano que esta prisionero y encerrado dentro de nosotros.
El "fraternalismo podíamos definirlo “EL medio por el cual todos los individuos de una sociedad, manteniendo la propiedad de cuanto les pertenece porque Dios se lo permite, deciden voluntariamente compartir esos objetos, los pensamientos e incluso la voluntad".
Desgranando esta definición aproximada, que no rotunda y definitiva, porque cada día que pasa la idea evoluciona y puede estar sometida a cambios; tenemos que el fraternalismo es un medio: no es un objetivo del ser humano, sino una herramienta que le ayude a superarse y ser mejor persona de manera objetiva (que es el objetivo real del ser fraternalista: la conversión en esta concepción de superhombre); que atañe a todos los individuos: en la sociedad u organización fraternalista (que es un sesgo del mundo concebido como grupo heterogéneo de diversas sociedades) todos participan y no fraternalistas adentro; éstos mantienen la propiedad: al contrario que en el comunismo, donde la propiedad es estatal, el fraternalismo es realista y se da en un mundo capitalista (es decir, el nuestro), por lo que cada uno será dueño decuanto le pertenece y según sus posibilidades económicas; en cuanto al permiso de Dios: no es obligatorio que el ser fraternalista sea creyente (de otro modo los fraternalistas se convertirían en fanáticos y eso iría en contar de la misma esencia del fraternalismo), pero sí ayuda que los integrantes de la sociedad fraternalista sí crean en un ser superior llamado Dios, el cual es nuestro amigo y de hay nace de una Hermandad Global Humanitaria.
A constituir la esencia de la idea del fraternalismo; ha de ser voluntario: no se puede obligar a nadie de ningún modo nunca a entrar o participar en la sociedad fraternalista, de otro modo, se rompería el don de libre albedrío, y se iría en contra del propio fraternalismo; éste se resume en un hábitat generoso donde todos y todas comparten todo: objetos: los hermanos mayores van dejando su ropa a los pequeños - de igual forma, en la sociedad fraternalista no se prestaría con usura, no se obligaría a quien no tiene equis objeto a comparlo, sino que quien lo tuviera se lo dejará hasta que volviese a necesitarlo, etcétera; pensamientos: las ideas no tendrían por qué estar sujetas a una propiedad consumista (este tipo de asociaciones con ánimo de lucro que existen hoy día), sino que, conservando sus autores el copyright de las mismas (a efectos prácticos pues seguimos viviendo rodeados de ese mundo que sí es voraz y consumista), todos las compartan en beneficio del conjunto: si yo me estuviera guardando todo esto para publicar un libro, no llegaría a todos de forma natural, instantánea y gratuita, y no inspiraría a nadie a unirse a la idea.

Una vez desgranada la definición (repito: todavía sin cerrar) de "fraternalismo"; divido la idea en dos por la naturaleza misma de ésta: habrá un "fraternalismo práctico" y un "fraternalismo puro". Puesto que, y supongo que el lector o lectora habrá legado a la misma conclusión, es muy difícil llegar a crear tal sociedad fraternalista en el mundo que nos rodea (la tesis fraternalista pura que contemple a todos los estatutos antes citados) no nos quedaría otro remedio que aferrarnos a un fraternalismo práctico que nos permita seguir siendo fraternalistas pero conviviendo día a día con el resto de seres humanos que no lo son.
Así, contemplo dos definiciones someras que quedarían tales: "fraternalismo puro": es el que se da en una sociedad que no pertenece al mundo, donde todos los individuos que la integran son seres fraternalistas que se tratan entre ellos como verdaderos hermanos siempre y sin excepciones; y "fraternalismo práctico": es el que los seres fraternalistas qeu viven en el mundo ponen en práctica a diario, con el fin de hacer de éste un lugar mejor en el sentido ético, humanitario y cívico, para intentar convivir como verdaderos hermanos entre ellos y con el resto de personas.
En cuanto a la respecta, trato de practicar el fraternalismo cuanto me es posible, pero ya advierto que es muy difícil; y consiste muchas veces en un ejercicio de control moral, metal e incluso físico, de gran esfuerzo. Pero como estamos aquí para superarnos cada día, y como creo que todos podemos llegar a ser ese "superhombre fraternalista" que, si no Dios y nosotros, esperamos en convertirnos, lo voy a intentar con todas mis fuerzas.
Aunque parezca increíble, he conocido una sociedad fraternalista a través de la religión (Iglesia de la Orden Magna Om); repito que no es necesario ser creyente para ser fraternalista y no quiero parecer un fanático ni convencer a nadie, pues eso dejaría de ser fraternalista; y estoy muy contento al participar de ella.
El fraternalismo práctico es posible y realista. El puro llegará algún día y está muy presente en mis utopías......por eso yo los invito, lectores y lectoras, amigos y amigas, a ponerlo en práctica un poquito (aunque sólo sea un poquito nada más) todos los días.
Tal vez no sean más felices al hacerlo; tal vez no se sientan mejores, o superados, o medianamente realizados; pero tal vez deja de condenaros por no haberlo intentado...

La Iglesia de la Orden Magna OM  es una confesión de talante ecuménico que no sólo acoge en su seno a personas cristianas, judías, o budistas, entre otras religiones, esta confesión sitúa en el centro de su doctrina la búsqueda de la justicia.
“Somos una iglesia progresista, para ella la justicia social es muy importante”.