LEA EL CRITERIO
Iglesia de la Hermandad Universal
Fraternalismo
Hacia una sociedad fraternal.
La Iglesia de la Hermandad Universal va hacia una sociedad
"fraternal” por sus principios que deseaba su posibilidad, real,
de la existencia de una sociedad fraternal en nuestro mundo: donde
todos y todas nos tratásemos como verdaderos hermanos y hermanas,
como evoque de un romanticismo basado en valores cívicos y
humanitarios que nos ayudase a vivir mejor, y ser mejores como
personas en definitiva.
Los fraternalistas
somos unos revolucionarios que por el amor como nos denominamos.
Conscientes de esta realidad, hemos decidido salir a la arena
política y religiosa, para persuadidos de que solo unidos podemos
lograr este objetivo y que la única arma que utilizaremos para
esta lucha no puede ser otra que el “AMOR”, el amor como
fuerza educativa, como fuerza organizativa, como fuerza
constructiva, como fuerza equitativa y el Amor como, FUEZA
REVOLUCIONARIA, porque el amor es la Sabiduría Universal, es la
Fuerza Omnipotente capaz de lograr los que otros por mas poder que
tengan jamás podrán alcanzar. Por amor Dios creo al hombre,
TODOS LOS HEROES que lucharon por la libertad de sus pueblos por
amor de estos, dieron la libertad, por AMOR, por Amor a la
familia, por Amor al semejante, por Amor al bien colectivo a la
patria y a nuestro estado es que estamos en esta lucha hasta
lograr hacer de los seres humanos actuemos como una sola familia ,
donde hombres y mujeres seamos verdaderamente libres y sentirnos
orgullosos de vivir en el lugar que nos correspondió. .
Luchar por amor nos
permite ver mejor, tanto hacia fuera como hacia dentro de nosotros
mismos, dejando que el esfuerzo de esta lucha se enrumbe por los
caminos en busca del hombre nuevo, el ser humano que esta
prisionero y encerrado dentro de nosotros.
El "fraternalismo
podíamos definirlo “EL medio por el cual todos los individuos
de una sociedad, manteniendo la propiedad de cuanto les pertenece
porque Dios se lo permite, deciden voluntariamente compartir esos
objetos, los pensamientos e incluso la voluntad".
Desgranando esta
definición aproximada, que no rotunda y definitiva, porque cada
día que pasa la idea evoluciona y puede estar sometida a cambios;
tenemos que el fraternalismo es un medio: no es un objetivo
del ser humano, sino una herramienta que le ayude a superarse y
ser mejor persona de manera objetiva (que es el objetivo real del
ser fraternalista: la conversión en esta concepción de
superhombre); que atañe a todos los individuos: en la
sociedad u organización fraternalista (que es un sesgo del
mundo concebido como grupo heterogéneo de diversas sociedades)
todos participan y no fraternalistas adentro; éstos mantienen la
propiedad: al contrario que en el comunismo, donde la
propiedad es estatal, el fraternalismo es realista y se da en un
mundo capitalista (es decir, el nuestro), por lo que cada uno será
dueño decuanto le pertenece y según sus posibilidades
económicas; en cuanto al permiso de Dios: no es
obligatorio que el ser fraternalista sea creyente (de otro modo
los fraternalistas se convertirían en fanáticos y eso iría en
contar de la misma esencia del fraternalismo), pero sí ayuda que
los integrantes de la sociedad fraternalista sí crean en un ser
superior llamado Dios, el cual es nuestro amigo y de hay nace
de una Hermandad Global Humanitaria.
A constituir la
esencia de la idea del fraternalismo; ha de ser voluntario:
no se puede obligar a nadie de ningún modo nunca a entrar o
participar en la sociedad fraternalista, de otro modo, se rompería
el don de libre albedrío, y se iría en contra del propio
fraternalismo; éste se resume en un hábitat generoso donde todos
y todas comparten todo: objetos: los hermanos
mayores van dejando su ropa a los pequeños - de igual forma, en
la sociedad fraternalista no se prestaría con usura, no se
obligaría a quien no tiene equis objeto a comparlo, sino que
quien lo tuviera se lo dejará hasta que volviese a necesitarlo,
etcétera; pensamientos: las ideas no tendrían por qué
estar sujetas a una propiedad consumista (este tipo de
asociaciones con ánimo de lucro que existen hoy día), sino que,
conservando sus autores el copyright de las mismas (a efectos
prácticos pues seguimos viviendo rodeados de ese mundo que sí es
voraz y consumista), todos las compartan en beneficio del
conjunto: si yo me estuviera guardando todo esto para publicar un
libro, no llegaría a todos de forma natural, instantánea y
gratuita, y no inspiraría a nadie a unirse a la idea.
Una vez desgranada
la definición (repito: todavía sin cerrar) de "fraternalismo";
divido la idea en dos por la naturaleza misma de ésta: habrá un
"fraternalismo práctico" y un "fraternalismo
puro". Puesto que, y supongo que el lector o lectora habrá
legado a la misma conclusión, es muy difícil llegar a crear tal
sociedad fraternalista en el mundo que nos rodea (la tesis
fraternalista pura que contemple a todos los estatutos antes
citados) no nos quedaría otro remedio que aferrarnos a un
fraternalismo práctico que nos permita seguir siendo
fraternalistas pero conviviendo día a día con el resto de seres
humanos que no lo son.
Así, contemplo dos
definiciones someras que quedarían tales: "fraternalismo
puro": es el que se da en una sociedad que no pertenece al
mundo, donde todos los individuos que la integran son seres
fraternalistas que se tratan entre ellos como verdaderos hermanos
siempre y sin excepciones; y "fraternalismo práctico":
es el que los seres fraternalistas qeu viven en el mundo ponen en
práctica a diario, con el fin de hacer de éste un lugar mejor en
el sentido ético, humanitario y cívico, para intentar convivir
como verdaderos hermanos entre ellos y con el resto de personas.
En cuanto a la
respecta, trato de practicar el fraternalismo cuanto me es
posible, pero ya advierto que es muy difícil; y consiste muchas
veces en un ejercicio de control moral, metal e incluso físico,
de gran esfuerzo. Pero como estamos aquí para superarnos cada
día, y como creo que todos podemos llegar a ser ese "superhombre
fraternalista" que, si no Dios y nosotros, esperamos en
convertirnos, lo voy a intentar con todas mis fuerzas.
Aunque parezca
increíble, he conocido una sociedad fraternalista a través de la
religión (Iglesia de la Hermandad Universal); repito que no es
necesario ser creyente para ser fraternalista y no quiero parecer
un fanático ni convencer a nadie, pues eso dejaría de ser
fraternalista; y estoy muy contento al participar de ella.
El fraternalismo
práctico es posible y realista. El puro llegará algún día y
está muy presente en mis utopías......por eso yo los invito,
lectores y lectoras, amigos y amigas, a ponerlo en práctica un
poquito (aunque sólo sea un poquito nada más) todos los días.
Tal vez no sean más
felices al hacerlo; tal vez no se sientan mejores, o superados, o
medianamente realizados; pero tal vez deja de condenaros por no
haberlo intentado...
La Iglesia de la Hermandad Universal es una confesión de talante ecuménico que no sólo acoge en su seno a personas cristianas, judías, o budistas, entre otras religiones, esta confesión sitúa en el centro de su doctrina la búsqueda de la justicia.